Cuando los ancianos mueren, solo los libros guardan intactas sus palabras. En ellos se escribe la sabiduría y los pilares de la civilización. Es la muestra más innata de la humanidad. ¡Ningún otro ser vivo hace algo semejante! Los hombres escribimos recuerdos y se los dejamos a la descendencia, para que aprendan cuando nos hayamos ido. Las palabras son el pan de los muertos: los mantiene vivos para siempre.
Sr. Dampierre
Fragmento de Pócimas, Piratas y Poetas:
una eterna tragedia.
Puedes leer el primer capítulo clickeando aquí.
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