Y entonces,
cuando la vi, comprobé
que estabas en lo cierto,
que siempre habrá poesía.
cuando la vi, comprobé
que estabas en lo cierto,
que siempre habrá poesía.
¡Era como un abismo!,
de ojos profundos,
a los cuales, sin pensarlo,
yo me lanzaría.
Un mar de párrafos
vinieron a parar a mis manos;
y en la solapa de un cuaderno
puse a escribir veinte versos,
como años tenía su cuerpo;
que más que un sueño,
su amor fue un desacierto.
Porque allí estaba yo,
encerrado sin encontrar pausa,
buscando palabras que encajar
con los colores de su blusa.
(Cartas a un poeta)
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