Sé que fuiste marinero
que viento en popa dejaste pasar.
¡Qué marea inmensa tienen
los deseos que, a la deriva,
entumecidos no se dejan ahogar!
que viento en popa dejaste pasar.
¡Qué marea inmensa tienen
los deseos que, a la deriva,
entumecidos no se dejan ahogar!
Aferrarse como hierro a un mar
no es solo de poeta gran locura.
Pero me aspen de cuantos,
y cuantas, hacen de las olas un pecar.
Y allí se ahogan, en un remolino
que traen las corrientes que no descargan.
que traen las corrientes que no descargan.
¡Nos equivocamos de nuevo!
Nunca uno se acoge al velero.
Ni al mar ni al querer
de un marinero.
¡Se agarra al viento!,
que siempre anda soplando a puerto.
(Cartas a un poeta)
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